viernes, 22 de agosto de 2008

Tierra Espiritual

Nuestra tierra Latinoamericana tiene una serie de características propias que no encontramos en ninguna otra parte del mundo, estas características a las cuales nos referimos son las condiciones geográficas y climatológicas que Dios a dispuesto para esta tierra. Este ande que se levanta imponente en nuestro continente parece arañar el cielo con sus puntas nevadas. Estas tierras áridas y toscas forman al hombre en reciedumbre interior. El clima agresivo, es parte de esta obra de arte divina que no hace más que forjar al hombre andino para una vida dura y sin comodidades. La sierra definitivamente guarda mucha belleza y mucho dolor.

Para tener una vida espiritual santa y fructífera es necesario que se encuentre en permanente combate y para esto necesitamos forjar el espíritu, educarnos a ganar muchos hábitos virtuosos y hacernos piedras vivas y santas para Dios. Nuestra tierra latina, sobre todo serrana, tiene esas cualidades que pueden ayudar mucho para el crecimiento interior, siempre y cuando tenga una correcta aplicación. Dios en su obra artística a dejado su huella hermosa que nos permite ver en la naturaleza esa pedagogía divina que está ahí, siempre, esperándonos y dispuesta a ser observada y apreciada. Pasa muchas veces desapercibida para quien no quiere mirar fuera de si, para quien tiene el corazón duro y mezquino.

Con todo esto, el Señor nos ha dado una gran misión en esta identidad latinoamericana, somos aquellos que pasamos por estas tierras para ser educados. Dentro del Plan Divino somos un continente de esperanza para la Iglesia y el mundo. Es tiempo de dar fruto de todo lo aprendido.

martes, 19 de agosto de 2008

Encontrarse con Dios

Al hacernos la pregunta de ¿cómo encontrarnos con Dios?, nos puede venir a la mente algunas alternativas. Una de ellas podría ser cuando lo veamos cara a cara después de la muerte, -si hemos alcanzado esa meta- a través de los sacramentos o en una pequeña oración, en fin. Definitivamente la iglesia nos ofrece muchas posibilidades para que se de este encuentro. Pero aun así la pregunta no deja de resonar en el interior muchas veces, porque siempre buscamos esa intensidad de un encuentro con alguien que nos conoce, buscamos esa luz que nos llena de luz nuestro caminar cotidiano.

“Bienaventurados los de corazón puro, porque verán a Dios.” Mt 5, 8
“Todo sarmiento que, estando en Mi, no lleva fruto, lo quita, pero todo sarmiento que lleva fruto, lo limpia, para que lleve todavía más fruto.” Jn 15, 2

A través de estas citas, el Señor Jesús nos da la clave para encontrarnos con el Padre celestial, al mismo tiempo para encontrarnos también con Él. Es el estar limpios de corazón, es el alcanzar la pureza interior que nos permita ser lo suficientemente transparentes para poder mirar a Dios ya sea en la vida cotidiana como en el día de nuestra muerte. Al mismo tiempo, como fruto de esta pureza y de este encuentro vamos a ser como vitrales de catedral, dejándonos traspasar por la luz divina para que esta llegue a las demás personas.