jueves, 4 de noviembre de 2010

Perdono pero no olvido

Quién no ha escuchado esa famosa frase... "yo perdono pero no olvido". Evidentemente es una contradicción, que lo único que busca es mostrar aquel anhelo de perdonar, de vivir en algo el amor. Si de verdad queremos perdonar, si de verdad queremos experimentar esa libertad que significa vivir la misericordia, tenemos que olvidar. Acuérdate... "...olvidar las ofensas...".

Es facil pues decir esto, pero hacerlo es algo que, dependiendo de la ofensa, es muy duro y difícil hacer. Pero es el único camino de ser libres, de no amargarnos, el otro no va a sufrir o quizas ni si quiera se entere de que le guardamos rencor, quien sufre realmente es uno mismo. Por ello, este trabajo interior necesita tiempo y dedicación, comenzando por el propósito de hacerlo. Eso es el perdón, un acto de amor que será recompensado con la vida eterna.